A propósito de Sta. Verania: Mujer, Monja y Fundadora

Congresos y Seminarios

Isabel María González Muñoz

A mi hijo Manuel de los Reyes González Cooper

 

1. SANTA VERANIA, PATRONA DE ALCALÁ DEL RÍO (SEVILLA)

Cuando llegué a Alcalá del Río en septiembre de 1991, tras obtener la titularidad de una plaza de profesora de Lengua Castellana y Literatura en el IES Ilipa Magna, me encaminé a la iglesia para conocerla. Entrando en la sacristía me encontré con un buen puñado de óleos que me resultaron muy curiosos.

Entre ellos se encontraban dos santos, hasta entonces, para mi desconocidos: san Gregorio Ossetano y santa Verania (foto 1). Me comentó el párroco que eran los patronos de la localidad, y curiosamente eran oriundos del pueblo. Me resultó, cuanto más, curiosa la anécdota y la eché en el cajón donde la imaginación guarda los recuerdos. Años más tarde, cuando comencé a hacer mi tesis doctoral, de nuevo me vi abocada a recuperar aquellos datos porque estaba estudiando la figura de don Marcos García Merchante 1 y él dedicó muchos años de su vida a poner en pie la biografía de sus paisanos. Todas sus obras literarias versan sobre Alcalá del Río y sobre sus santos patrones. Indudablemente, mi afán investigador me llevó a escudriñar qué había de cierto en todo ello. Pero, partamos de los primeros datos, para después adentrarnos en el mundo de las conjeturas.

En el cuadro que se halla en la sacristía encontramos la siguiente leyenda (foto 2): “Sta Verania, Virgen, Natural de esta villa de Alcalá del Río. Floreció por el siglo 6 de Xpto. Fue de la sangre Real de los Godos. Fundó en dicho pueblo un Conv. de Religiosas del Orden del C.P.S. Benito donde fue 1ª Abbsa.

Fue canonizada con S.n Gregorio Osstno. Celebrada su Relig,n a 1º de Sept. Consta por las Historias de España. Estos siete retratos son en propiedad de la Sacristía de la Iglesia Parroquial de la V. de Alcalá del Río, por donación. A 1775”. 2

Indudablemente estos datos suponen un buen comienzo. No obstante, encontré una fuente literaria que me llevaría a las fuentes históricas propiamente dichas. Se trata de la comedia manuscrita: La insigne benedictina, Verania, la constaciense 3. Comedia en honor de la gloriosa virgen santa Verania, natural de la noble, antiquísima ciudad de Julia Constancia (hoy Alcalá del Río), fundadora del monasterio dúplice del Orden del B. S. P. Benito, religiosa y primera abadesa de él en dicha ciudad y patrona de dicha villa, ms., 1742,2hs. + 69 hs., 19 cms. Del mencionado Merchante.

2. APROXIMACIÓN A LA COMEDIA DE SANTA VERANIA

Se circunscribe esta obra, La insigne benedictina, Verania la constaciense, en el género de la comedia de santos. Es una nueva aportación a la nómina de textos dieciochescos que vinieron a sumarse a la larga tradición áurea. A través de sus versos, su autor, desconocido, hasta ahora, en los círculos teatrales por hallarse casi la totalidad de su obra manuscrita, se nos muestra como un gran conocedor de la estructura que Lope de Vega ideó y que fue seguida por todos los autores hasta la extinción del género. Aunque, no por ello, deja de presentar rasgos neoclásicos tal y como demostré en la ponencia presentada en el XIV Congreso de la AITENSO 4, a la que me remito.

No obstante, en esta pieza teatral, vienen a unirse dos elementos que me parecen fundamentales: por un lado adquiere las características de las comedias de ‘colegio’ que eran interpretadas por los mismos estudiantes, que pretendían acercar el hecho religioso a las masas para educarlos en los valores católicos. Por otro, fue escrita en 1742 con objeto de ser representada en la plaza del Cabildo de Alcalá del Río (Sevilla), junto a todas las piezas que componían la fiesta teatral barroca: Anteloa, loa, comedia y entremeses.

En la Primera Jornada, la joven Verania se ve en una encrucijada al tener que, plantear a su padre, su deseo de convertirse en religiosa, oponiéndose al matrimonio con su primo, Celso.

La insigne benedictina, durante la jornada segunda, una vez que Aurelio accede a los propósitos de su hija, procede a desarrollar el cambio de “joven laica” a “religiosa”. Recibe la misión de Dios de fundar un convento de la Orden de san Benito. Celso, el amante desdeñado, pide entrar en el nuevo cenobio, como fraile.

En la tercera jornada, Merchante nos muestra a la santa en su ancianidad, revestida de abadesa, declarando sus últimas voluntades a Matilde, su prima convertida en religiosa y en su mano derecha. Asistimos a su muerte y a la “asunción” de ésta a los cielos. Como milagros se nos presenta la conversión de Celso, ya hoy sacerdote y la vocación de Matilde.

 

3. FUENTES HISTÓRICAS EXTRAÍDAS DE LOS LIBROS DE MERCHANTE

En el manuscrito, como se ha reseñado anteriormente, se hallan dos folios en donde Merchante recoge las fuentes documentales en las que se ha basado para escribir la vida de santa Verania. He creído conveniente trascribirlos tal cual, para posteriormente pasar a hacer mis propios comentarios.

1. Epitafio 5 que se halló en el sepulcro de Sra. Santa Verania, hija de Alcalá del Río:

Hoc tumulo requiescunt splendida corporis ossa
virginis illustris quam sibi Christus amat.
Haec Benedictini nigram portavit ab annis
ordinis et vestem primoribusque pia.
Haec Florentinae vestigia virgo sequuta,
coenobii quondam extitit ipsa parens,
virginibusque sacris haec praeficit alma ministra,
cuius in obsequium multa caterva paret.
Huic Verania nomen erat, quae ornata tropheis
virtutum sanctis omnia diva replet.
Postea Septembris dies hinc numerata Kalendis
obtulit haec Sponso spiritus alma suos.

La doctora Dª Rosa Mª Oria Pino, nos propone la siguiente traducción del epitafio. “En este sepulcro reposan los nobles huesos de la ilustre doncella a la que quiere Cristo para Sí. No sólo llevó ésta, durante años, el negro hábito de la orden benedictina, también fue respetuosa con sus superiores. Esta doncella, que siguió las huellas de Florentina, llegó a ser ella misma en otro tiempo fundadora de un cenobio y como venerable regidora, a cuya obediencia se somete un numeroso grupo, se pone al frente de las vírgenes consagradas. Recibía el nombre de Verania, quien, adornada por los sagrados trofeos que otorgan las virtudes, satisface todas las bondades celestiales. Al fin, en las calendas de septiembre, ésta, contada como santa desde entonces, entregó sus días al Esposo de su alma”.

(Fic[…] ex codice magn.[…] Carminem Quintana Dueñas, Pineda et Santa María) 6

 

4. ESCRITORES QUE VERSAN SOBRE SANTA VERANIA

“Sobre esta noticia, la siguiente y otras se funda la comedia de nuestra santa. De la Sra. Santa Verania, a cuyo honor es esta comedia, tratan muchos y grandes autores, entre ellos son: Beda sect f. Baron[io]; Dion[isio] Vázquez; Lobo; Higuera; Tamayo de Salazar; Marco Máximo; Vivar. Y el Ldo. don Pedro Raxis de Muaredo, el cual dice así de la santa:

“La religiosísima virgen Verania, madre y abadesa de las religiosas vírgenes que vivían en el monasterio de Constancia Julia, que dicen los autores es hoy Alcalá del Río, no lejos de Sevilla, de la real sangre de los godos, siendo de tierna edad, oyendo de Santa Florentina los progresos y sabiendo que dicha Sta. Florentina edificaba monasterios, llenose de esta emulación Verania y en la ciudad de Constancia, a sus expensas y cuidado edificó un monacal. Adornole de todas las alhajas necesarias al divino culto. Dotole largamente de rentas bastantes a sustentar gran número de monjas que entró consigo la sagrada virgen. Y este monasterio era dúplice, esto es: dos monasterios, uno para monjas y otro para monjes, que les servían como de capellanes y administraban las rentas y todos en diversas mansiones se servían de una misma iglesia y seguían la regla del Gratísimo Padre San Benito. En este monasterio abrazó Verania la vida religiosa y aquí resplandeció luna hermosa entre las demás religiosas, siéndoles luz y maestra y desde entonces se esparció que […] el suave olor de sus virtudes, ilustre, en fin, con el resplandor […]. Llegó al último término de su vida favorecida de Dios con milagros y prodigios y, conociendo que llegaba su tránsito, recibió los santos sacramentos de la Iglesia, dio su espíritu a su Creador, día primero de septiembre del año de Xto de 560. Fue su cuerpo colocado en el dicho monasterio y fue colocada en el martirologio de los santos en dicho año, según Marco Máximo”.

5. ANÁLISIS DE DICHAS FUENTES DOCUMENTALES

Por más que se han rastreado las fuentes que cita, de donde se supone copió el epitafio, no lo he hallado. Por tanto, me aventuro a pensar que se trata de una invención epigráfica de Merchante. Las invenciones de epígrafes y las interpolaciones de supuestas obras antiguas en manuscritos copiados por los falsificadores, etc. Eran práctica corriente en pleno siglo XVIII, con la participación de ilustrados tan destacados como Cándido Mª Trigueros. Todavía a mediados del siglo XIX fue necesario advertir contra las tergiversaciones históricas y sus riesgos, lo que por otra parte es muy ilustrativo del modo en que se entendía la Antigüedad y las posibilidades de utilizarla, así como del interés general que despertaban los temas históricos, en general y de historia religiosa, en particular.

En cuanto a los historiadores que cita, después de una ardua tarea, porque no señala los libros de los que entresaca los textos, creo conveniente insertar sus palabras, dentro de sus obras respectivas, para pasar a un posterior análisis.

– San Beda: “1 Sept. Aquas duras Sanctae Verene Virginis” 7.

– César Baronio: En su libro Martyrologium romanum, hoja 265, dice así: “In territorio Constatiensi ad Aguas duras Santae Verenae virginis” 8. Y en el Index del mismo libro, sin paginar, aparece: “Verena virgo in territorio Constatien. I sept.”.

– Dionisio Vázquez: “En Aguas duras de la diócesis de Constancia, sancta Verena Virgen” 9. Y en la Tabla de ese mismo libro, f. 275: “Verena virgen en tierra de Constancia”.

– Juan Tamayo de Salazar: “Septiembre 1. Santa Verania o Verena virgen, de Helvecia, regalada por el falso Máximo a Constancia Julia, o Alcalá del Río” 10.

– Lobo: Pensamos que hace referencia a su obra Curia española, primera y segunda parte, pero se encuentra manuscrita y no hemos podido localizarla.

– Higuera: Redactó (1594) unos también famosos Cronicones que presentó como de origen paleocristiano, obra de Flavio Lucio Dexter, Marco Máximo o Heleca. Incluso antes de su impresión, en 1610, fueron ampliamente divulgados y discutidos en un debate en el que, curiosamente, él mismo intervino desde una posición escéptica. Por tanto, todo lo que se recoge en el Cronicon de Marco Máximo, corresponde a su escritura.

– Marco Máximo: “His temporibus, vel circiter in Baetica Constantiae Iulia, quae est Osset, Sanctus Gregorius confesor, et Santa Verene monialis benedictina” 11.

– Vivar: Habría sido de gran utilidad encontrar el libro, Historias admirables de las más ilustres entre las menos conocidas Santas que hay en el cielo pero no se ha localizado en ninguna de las bibliotecas más importantes de Sevilla. Pensamos que Merchante lo cita a través de otros autores 12.

– Quintana Dueñas:

Santos de la villa de Alcalá del Río:

“Santa Verania Virgen, monja de San Benito: 1 de septiembre.

No sólo ennobleció a Osset, y su distrito el insigne confesor de Cristo S. Gregorio, sino la generosa virgen S. Verena, o Verania floreciendo o en S. P. Iuan de Alfarache, o en su cercano término de Alcalá del Río o de otro de aquellos lugares. Profesó el instituto del gran Patriarca S. P. Benito que en este sexto siglo, gozava España, y singularmente Andaluzia, muchos Monasterios de Esposas de Cristo, que seguían sus sagradas Reglas. Bien lo testifican los cuarenta Monasterios, que por aquellos tiempos governó S. Florentina, divididos por varios lugares desta comarca de Écija, y Sevilla; y así es muy creíble gozaría uno de ellos Osset, como ciudad entonces tan celebre, o estaría fundado en su
distrito. En él resplandecía Verena entre las demás Religiosas con admirables ejemplos de todas las virtudes, que le grangearon una preciosa muerte, llena de merecimientos, y merecedora de superiores grados de gloria. El año determinado de su dichoso tránsito no costa; desde el de 556. al de 560. le señalan, tiempo en que reynava en España Atanagildo Rey de los Godos, ocupava la Silla de S. Pedro Pelagio, el Imperio de Roma Iustiniano; y el Arçobispado de Sevilla S. Leandro. El mes fue Septiembre su primer día, sepultose su sagrado cuerpo en su Monasterio, floreciendo su memoria y veneración por espacioso tiempo en Osset, y su comarca; a cuya causa consideran algunos eruditos se puso el nombre de Brenes, que oy tiene, a un lugar de este distrito no lejos de Alcalá del Río, que es de los ilustrísimos señores Condes de Cantillana por aver sido, o nativo suelo desta Santa, o habitación de su vida, o término de su muerte, o después desta avérsele en él fabricado algún templo. Al modo que en Portugal se llama un lugar Santarem, por haber en él sido martirizada S. Irene . Assí del nombre de S. Verana,
Verene o Verenes. tomó, el suyo Verenes, o Brenes. Desta Santa hazen mención los Martyrologios el Romano, el de Vsuardo, Beda, Galesino, y Maurolico. De los autores Marco Máximo, el Cardenal Baronio, P. Juan de Pineda, el doctor Rodrigo Caro, el P. D. Fr. Josef de S. María.

Prueva de lo referido: Aver muerto esta Santa en el distrito de Osset afirma Máximo, Autor de su Religión, y tan cercano a su tiempo: His temporibus, dize ab an. 556. ad 560. vel circiter in Baetica Constantiae Iulia, quae est Osset S. Gregorius Confissor, et S. Verenia monialis Benedictina. Lo mismo afirman el Doctor Caro, D.F. Josef de S.María, P. Juan Pineda citados, poniendo esta Santa en Alcalá del Río, o en otro sitio de aquel campo. El Martyrologio Romano, y los demás apoyan, o insinúan lo mesmo, diziendo. 1Sept. In territorio constantiensi ad aquas duras Sanctae Verene Virginis. Las mesmas palabras el de Usuardo, Maurolico, solo se diferencia este que la llama Serena, y dize In agro Constatiensi. El de Galesino dize: In Diócesi Constatiensi ad aquas duras. El de Beda solo: Ad aquas. Y que le convenga a el sitio de Osset, y su población llamarse territorio Constaciense, contra de Plinio, que la llama Iulia Constancia, Lib.3,C.I, Et a laeva Hispalis Colonia cognomine Romulensis ex adverso Osset, quod cognominatur Iulia Constentia. Lo mesmo Abraham Ortelio, y otros Cosmógrafos. Y Golzio en su tesoro trae una medalla de Osset con esta letra: Iulia Constantia col. Osset. Y que también le convenga a este sitio el título de Aguas duras, que señalan los Martyrologios en el lugar de la muerte de S. Verena, contra de Maximo que dixo an. 1440. In Hispania Baetica ad aquas duras, quae Ossetdicitur moritur gloriose Gregorius famulus Dei. Y lo prueva en su eruditissimo tratado, de la pila baptismal de Osset el P. D. F. Iosef de S.Maria, diziendo, que esta agua duras son las milagrosas, que referimos manavan antiguamente en la pila, que se venera en S. Juan de Alfarache y llamanse duras por ser su origen y nacimiento de un mármol duro, de una dura piedra, como suelen posdescendientes tomar el apellido, nombres, y renombres de sus progenitores, y afirma aprobaron esta explicación los doctísimos, y eruditísimos señores Don Lorenzo Ramirez de Prado Consejero del Supremo de Indias, Don alonso Ramirez de Prado su hermano Oydor de Sevilla, D. Iosef Vela Oydor de la Chancillería de Granada, calificados votos en todas materias, y muy particular en estas. Y sino diremos con el D. Rodrigo Caro, y el mesmo P. D. Fr. Iosef, que fue yerro facil de suceder trasladando, duras, en lugar de divas, junto a las aguas divinas, y sagradas, que estaria en el original, en que ay muy poca diferencia, y assi dixera, Ad aquas divas, junto a las aguas divinas, y sagradas, que tales eran las de aquella pila, por ser milagrosas en su nacimiento, y en los efectos que obravan, y porque en ellas se consegravan a Dios en el bautismo los niños. Y que esta agua divinas y milagrosas, y la fuente que las brotava estuviesse en Osset referido cercano a nuestra Sevilla, testificanlo Ambrosio Morales lib. II C. 54, el P. Juan de Mariana l. 5.c.8., Don Francisco Padilla l.2.c.28, el D. Caro l.3. Corogr. C. 19 y lo prueva eficazmente su tratado el P. D. Iosef de S. Maria” 13.

– Juan de Pineda: En su obra Historia eclesiástica de España, se interesa por la situación geográfica de Aguas Duras pero en ningún momento habla de la santa. 14.

– José Santa María: En su obra Información sobre la posesión y propiedad de la milagrosa pila Baptismal en el “Osset Bético” en territorio Hispalense transsamniano, San Juan de Alfarache, habla sobre la localización del término municipal de Aguas Duras, pero en ningún momento menciona a santa Verania 15.

Estas son las fuentes que debió de manejar García Merchante, sin embargo tengo serias dudas porque, normalmente, es muy fiel a las autoridades y dice exhaustivamente la obra de la que toma las citas y en este caso sólo menciona sus nombres. No hace alusión expresa a Rodrigo Caro, cuando éste dedica gran parte de su obra a exponernos datos sobre la historicidad de la santa 16 y sobre la etimología del nombre de Brenes, prueba irrefutable, según este autor, de la natalidad de Verania 17 De aquellos siglos Marco Máximo, arzobispo de Zaragoza, que en su Crónico Era 544, hace honorífica memoria de él por estas palabras: In Hispania Baetica apud Aguas Duras Constantiae Juliae quae Osset dicitur, moritur gloriose Gregorius, famulus Dei. Y después el mismo autor,año de 560,dice tratando de la famade su santidad: His temporibus vel circiter in Baetica Constantiae, quae est Osset dicitur Sanctus Gregorius confesor, et Sancta Venera monialis Benedictina […] Y esto último tengo por más conforme a la mente de nuestro autor: pues después de la segunda memoria de san Gregorio junto a su ilustre y gloriosa fama con la de santa Verena, monja benedictina; y vemos hoy allí junto a Brenes o Verenes, lugar a quien la ilustre santidad de aquella santa dio el nombre perpetuo mudándole el que entonces tenía y estas apelaciones o nombre de los lugares donde estaban santos sepultados fueron muy ordinarios en aquellos siglos y en estos, como vemos en Compostela se llama Santiago, Scolibus en Portugal Sta. Irene o Santarem, Berrocana San Fulgencio, y así otros muchos. Si en esta ocasión ha sido y es muy ordinario mudarse los nombres de las ciudades al paso que se mudan las naciones o imperios o monarquías […] Esto nos asegura ver ahora este sepulcro en Alcalá del Río; y luego, en un lugar más cercano, con quien parte términos, río arriba, el nombre de Sta. Verenes, como lo pinta Máximo en su Crónico, cuya verdad y la de Dextro queda tan fortalecida, que cuando no tuvieron otro mayor apoyo, era bastante esto para persuadir a la más crítica emulación, que no puede ser impostura ni ficción lo que en estos autores se halla. Porque, cómo es posible que desde Alemania o otro lugar tan desconocido la ilustre memoria de Santa Verene, ni quien cayera en cosa tan extraordinaria, si no fuera verdad que nuestro Señor reservó desde aquellos siglos para que en el nuestro le glorifiquemos en sus santos: pues
siempre tendrá lugar la profecía que dice: Mirabilis Deus in sanctris suis magnificum in sanctitate facient prodigium”.]. Pienso, que ante la duda, optó por referirse a Quintana ueñas asumiendo todas las fuentes que el dio por válidas.

De la misma forma que ha sido satisfactoria la búsqueda de los historiadores anteriormente citados, he de reconocer que no he podido localizar al licenciado don Pedro Raxis de Muaredo 18.

Como he señalado anteriormente, el mismo autor nos conduce a las fuentes originales en la que se ha basado. Veamos de dónde obtiene Merchante la información que le permite elaborar este breve esbozo histórico. La documentación incluida y la forma en que es utilizada resultan muy esclarecedoras de los métodos de trabajo propios de los historiadores locales dieciochescos. Para comenzar, citaremos las fuentes históricas directas basadas en la autoridad de otros escritores, cuyo grado de fiabilidad sabemos hoy que es muy diverso pero que en su momento pasaban por testimonios indiscutibles, aunque no es este el lugar de analizar en profundidad todas las obras citadas. En la introducción a la comedia aparecen citados numerosos autores que, para Merchante, constituyen auténticas “autoridades”, fuentes de veracidad probada cuyas afirmaciones son suficientes para garantizar la reconstrucción histórica de santa Verania: Quintana Dueñas, Pineda, Santa María, Beda, César Baronio, Dionisio Vázquez, Lobo, Higuera, Tamayo de Salazar, Marco Máximo, Vivar y el Ldo. don Pedro Raxis de Muaredo. Es decir, que la Comedia de 1742 se concibe como un auténtico compendio de erudición, donde cualquier afirmación sobre la ciudad o su santa viene avalada por fuentes de prestigio. En ese sentido, Merchante se muestra como un autor preocupado por la veracidad de lo que narra y por fundamentarlo en la documentación adecuada, muy en la línea académica. Es claro el predominio de los historiadores eclesiásticos, autores de obras sobre la diócesis sevillana y sus santos, en consonancia con el objetivo principal de la comedia. Los historiadores que llamaríamos “generales”, en una escala que va de la universal a la local sevillana, aparecen como un complemento necesario para conocer los precedentes que permiten a la ciudad de Alcalá del Río convertirse en cuna de tan ilustre santa.

En este apartado de las fuentes históricas es donde mejor se evidencia la falta de sentido crítico de Merchante, con su mezcla indiscriminada de historiadores y eruditos bien documentados y cronicones que hoy sabemos absolutamente falsos, siempre en apoyo de la identificación Alcalá del Río = Osset. El afán por completar una historia cronológica de España movió a autores como el P. Mariana y F. de Ocampo, los más antiguos utilizados por Merchante, a incluir todas las noticias a su alcance, incluso a sabiendas de que muchas de ellas eran dudosas e indicándolo así al referirlas. Esa fue una práctica habitual entre sus contemporáneos, muchos de los cuales ni siquiera tuvieron la precaución de expresar sus dudas ante ciertas noticias o autores. Si en ese panorama las Antigüedades de Ambrosio de Morales (1575) representan un esfuerzo de recopilación crítica, que rechaza las fuentes literarias inventadas y prefiere documentos originales como lápidas y monedas, no puede decirse lo mismo de las obras de Rodrigo Caro, mucho más crédulo ante autores discutibles, epígrafes inventados, etc. Varios de los historiadores eclesiásticos que cita Merchante parece conocerlos a través precisamente de las Antigüedades… de Caro. Y si dudosas son muchas de las noticias que Merchante toma de los anticuarios, menos fiables aún son los autores de cronicones, donde las mayores fantasías se relatan con absoluta seriedad, sobre todo si hacen referencia a acontecimientos religiosos. De estos últimos Merchante utiliza la continuación que F. Vivar añadió al Chronicon de Flavio Dextro, obra de R. de la Higuera, uno de los falsos clásicos más populares desde el s. XVI. Todavía a fines del s. XVIII algunos autores trataban de reivindicar la veracidad, o, al menos, el posible aprovechamiento de algunos de los datos contenidos en estos cronicones, ya reconocidos como falsos, si esos datos resultaban verosímiles o al menos no había pruebas en contra.

Merchante presenta la información obtenida de estos autores de manera diferente, según la exponga en la parte literaria o en la propiamente histórica de su comedia. En el primer caso, el personaje Celso se limita a narrar en tono laudatorio las glorias del pasado local, en particular su fundación, con una vaga referencia inicial a los godos. Por el contrario en los apartados de carácter histórico, comenzando por la propia presentación de la Comedia, se ordenan cronológicamente los datos avalados cada uno por el autor correspondiente. El simple hecho de que un historiador anterior indique un dato cualquiera tiene ya valor probatorio en opinión de Merchante, lo cual, siendo práctica habitual en su época y en su nivel de erudito local, deja, hoy día, en entredicho su capacidad como historiador riguroso. Por el contrario, un examen medianamente detenido revela la forma en que manipula los datos obtenidos de estos autores. Un ejemplo muy significativo es el uso que hace de las Antigüedades de Rodrigo Caro, en concreto las noticias sobre Ilipa y Osset contenidas en su Libro III o Chorographia. Merchante cita a este autor en relación con el nombre de Ilipa, tema al que efectivamente Caro dedica una larga discusión en el Cap. XI de la Chorographia, pero sin mencionar en ningún caso Alcalá del Río e identificando la ciudad romana con Peñaflor. En cambio, no lo hace en referencia a Osset, tema del Cap. XIX, quizás porque el erudito utrerano acepta su identificación con San Juan de Aznalfarache y rechaza expresamente que sea Alcalá, a la que simplemente incluye en su territorio. San Gregorio, aunque venerado allí, y Santa Verania no serían naturales de Alcalá del Río, sino de Osset = San Juan.

7. FUENTES LITERARIAS SOBRE SANTA VERANIA

Ningún autor, desde el punto de vista literario, ha tratado la figura de Santa Verania excepto D. Marcos. Y lo hace a partir de las noticias históricas que facilita Quintana Dueñas. Reproduzco y edito ambos textos por considerarlos de sumo interés para elaborar las conclusiones a las que llegaré después.

1. ROMANCE ENDECASÍLABO. Noticias históricas de la gloriosa virgen santa Verania, monja benedictina, fundadora y abadesa del convento de la antigua Julia Constancia, hoy llamada Alcalá del Río.

En la insigne y vandálica 19 provincia,
en tiempos de los nobles, fuertes godos,
que el siglo de Cristo de quinientos
y setenta, algo más según el congreso,
en la ilustre ciudad Constancia Julia, 5
allá en la antigüedad, famoso emporio 20,
así llamada, que el grande amor
que le tuvo aquel Julio prodigioso,
César emperador de los romanos
y Constancio, también césar glorioso, 10
hoy Alcalá del Río, como consta
por Historia que dan buen testimonio,
nació Verania de prosapia 21 ilustre,
de padres nobles, ricos y famosos,
regia, gótica sangre, le dio origen, 15
flor fue bella de regio, noble tronco;
pasmo fue en perfecciones naturales
pero en virtudes altas fue un asombro
siendo de tierna edad y parecía
haber tocado, de la edad, el colmo 20
en prudencia y espíritu valiente
porque su noble instinto generoso
a magnánimas obras la entregaba
y su corazón grande y valeroso
la movía a los nobles, altos fines, 25
correspondientes al principio honroso
de su sangre, nobleza e hidalguía
que corrió y trasmitió todos sus poros.
Oyendo aún siendo una niña tierna
que Florentina virgen, altar hermoso 30
de la clase que aquel sol refulgente,
luz en todas sus cosas, ¡oh cítara!,
que así muy propiamente se interprete
este nombre lucido y fulguroso,
templos edificaba y monasterios 35
nuevos, sagrados del Divino Esposo
émula 22 de la grande, noble empresa
que dedicó también a aquello propio,
cítara dulce fue que al resonar
las voces del sonido portentoso y 40
de las obras que hacía Florentina,
como templada en dulce, acorde modo,
resonó prodigioso que el orbe
el eco de Verania sonoro
y así, en su misma patria afamada, 45
Constancia Julia, edificó famoso
monasterio de vírgenes sagradas
que allí vivieron, siendo su patrono
su padre, capitán, luz y dechado 23
Benito Patriarca, el más glorioso. 50
Fabrícale a su expensa y su cuidado,
de nobles, ricas prendas adornolo.
Dotole de unas rentas suficientes
a mantener un número copioso
de religiosas que llevó consigo 55
y las […] a servir al dulce Esposo.
Era dúplice el dicho monasterio,
esto es, para monjas uno y otro
para monjes, los cuales asistían
a aquel rebaño cándido y glorioso 60
como de capellanes, para darles
pasto sagrado, administrando todos
los sacramentos y diciendo misa,
predicando, exhortando fervorosos
al cumplimiento santo y más exacto 65
de la Divina Ley y a los votos
que profesaban estas religiosas
santas y entregadas a Dios solo.
Y para que tuvieran el preciso
corporal alimento y el socorro, 70
administraban estos capellanes
las haciendas y rentas para sí propios,
y en diversas estancias separados
en una misma iglesia usaban todos
y todos profesaban una regla 75
que era la de san Benito prodigioso.
En este vergel santo de virtudes,
Verania floreció, clavel vistoso,
disciplinada en raras penitencias,
fragrante 24 en sus progresos virtuosos. 80
Rosa, se coronó entre las espinas
de mortificación, lirio oloroso
cuya fragancia se esparce suave
por toda la floresta 25 de tal modo
que llevada del atractivo dulce 85
de sus voces y estilo cariñoso,
sus monjas imitaban sus vestigios
y le seguían como a norte hermoso
venerándolas todas como madre,
como prelada, su alegría y gozo. 90
Y desde entonces empezó a expandirse
por el Andalucía y sus contornos
la fragancia y olor de las virtudes
de Verania y su aprisco 26 religioso;
desde aquí comenzó a más dilatarse 95
su nombre por el mundo y por sus polos
su fama, su virtud, su santidad,
sus hechos y progresos portentosos;
resplandeció en prodigios y milagros
nuestra Verania como sol hermoso 100
entre sus hijas, como luna bella
entre los astros del celeste globo,
iluminada la tierra con sus luces,
pasó a ilustrarse albor en otro polo.
Reconoció Verania que quería 105
transportarla a la gloria el Santo Esposo
y aquí como prudente, sabia virgen,
previno diligente el rico óleo 27
para aguardar las nupcias celestiales
con la luz que encendió su amor fogoso, 110
adornada aguardó la virgen santa
la fiesta con ornato suntuoso,
tan lucido, que se retiró a la gloria
vistiéndose del Todopoderoso.
Devota recibió los sacramentos 115
y el Pan de Vida 28 que es […]
y fortaleza para el camino […]
que aún por eso es […]
Fortalecida de esta fuertes armas,
vestida de este ornato victorioso, 120
subió su alma al Celestial Padre
a celebrar eterno desposorio.
Allí, a la diestra de su Dios amado,
logra el premio, el descanso, el reposo
eternamente en donde le pedimos 125
que a Dios Sagrado ruegue por nosotros
y en especial por su patricio suelo
y por cuantos le son fieles devotos
para que por sus ruegos merezcan
acompañarla en el eterno gozo. 130
En el día primero de septiembre
fue su tránsito dulce y amoroso
de año de quinientos y setenta,
feliz por un suceso tan honroso.
Sepultaron su cuerpo angelical 135
y fueron sus milagros fabulosos
que por ellos y sus virtudes grandes
fue puesta en el catálogo glorioso
de los santos, debido honor que
a su vida y sus hechos hermosos 140
pusieron una losa en su sepulcro
que declara con elegante modo,
su vida, sus virtudes y su muerte
y como reina en el sagrado emporio.
Ésta es la suma de las maravillas 145
de Verania, de quien fino un devoto
para su mayor honra y honor y gloria
esta noticia ofrece fervoroso
esperando que la santa le […]
su amor crecido y […] 150

2. En honor de la gloriosísima virgen santa Verania, del orden del grande san Benito, natural de la antiquísima y nobilísima ciudad de constancia julia, hoy llamada alcalá del río. Por el Licenciado D. Marcos García Merchante, Devotísimo de la gloriosísima santa. Año de 1742.

Octava acróstica
I
Sacra virgen de estirpe noble y regia.
Verania, aún en tu infancia prodigiosa,
E tus hechos insigne grande, egregia,
Refulgente, crecida luna hermosa,
Alas bellas a quien fino privilegio
Númen Divino, haciéndote gloriosa,
Ínclita flor del suelo constaciense
Adorno de la casa del Nuruense.
Laberíntico acróstico 29:
II
Benedicto sagrado que domi
En su aprisco feliz, grey sobera
Niña aún siendo y el fulgor de tu maña
Esclareció con luz más peregri NA.
Diste modelo, reglas y doctri
Iluminó tu voluntad tempra
Con flores de virtud fragante, ame
Tienes la estancia constanciense lle
III
Dechado que a tu obra florentina
En quien halló la mente agigantada
Alta idea, a que ansiosa se encamina
La mente tuya y vida practicada
Constituida sol, luz matutina
A cuyo albor se mira iluminada
La constaciense, virginal floreta 30,
A quien quite la mitra y la matra 31.
IV
Feliz auspicio de tu regia honrosa,
Venerado blasón, gloria crecida,
Nombre que nombres das y haces famosa
De tu suelo, la fama esclarecida,
Alto lauro, guirnalda muy preciosa
Diadema, en altos méritos lucida,
Oro precioso, que gloriosa esmalta
Rara a Constancia Julia y que la exalta.
V
Dulce imán que cau
En el orbe y en todo su recin
La voluntad atraes con encan
Como que amor no puede estar sucin TO.
Olvidado de pena y quebran
No acierta aquel que entró en tu laberin
Virgen sacra a dejar el dulce acen
EN que explica tus glorias siempre aten
VI
Como sol fulguroso al exaltar
Ornamenta al cenit que al esparcir
Nunca opacó tu albor y al remontar
Siempre clara tu luz al repartir SE.
Tu resplandor bastó a clarificar
Aquella que laurel logró ceñir
Noble Julia, a quien mi pluma die
CIEN lenguas que mi pluma se volvie

7. SOBRE LA AUTENTICIDAD DE SANTA VERANIA

Llega un momento en nuestra investigación que me planteé ¿quién fue realmente santa Verania? ¿Existió esta santa? La verdad es que no se sabe nada con certeza de ella. Son de esas santas que han sido objeto de grandes controversias desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días. Se cuenta para el estudio biográfico con una serie de documentos, que se caracterizan, como ya hemos visto, por su falta de rigor científico y metodológico puesto que la escasez de datos hace que la transmisión de la historia eclesiástica sevillana de épocas anteriores a la restauración del cristianismo llegue hasta nosotros falta de un respaldo histórico y de una cronología fiable. Me propuse llegar hasta la raíz misma del asunto. Me alertó un dato anteriormente citado de Tamayo Salazar: “Septiembre 1. Santa Verania o Verena virgen, de Helvecia, regalada por el falso Máximo a Constancia Julia, o Alcalá del Río” 32. El mismo Rodrigo Caro afirma que: “En lo que toca a S. Verene se puede dudar, si fue Monja Benedictina, o es adicción de su texto el llamarle assi; porque por este tiempo, de que habla Maximo, estava esta Religion muy a sus principios, y parece, que aun no avia fundacion en España; pero yo no dudo de la verdad de Marco Maximo; porque el Martyrologo Romano a primero de Septembre haze memoria de Santa Verene, y no la llama virgen Benedictina; pero menciona el lugar como Maximo, por estas palabras: In territorio Constatiensi ad Aguas duras S. Verene virginia” 33.

Por tanto, decidí investigar sobre la mencionada santa Verena. Y realmente se solucionaron mis dudas. El error parte del Cronicón de Marco Máximo, al confundir la ciudad de Constanza de la antigua Helvecia (Suiza), con la ciudad de Iulia Constancia de la Bética (España). A partir de ese momento, empiezan a encajar las piezas de mi rompecabezas histórico. Santa Verena, virgen, según recoge Eduardo Mª Vilerraso: “Nació en Tebas, donde fue bautizada por un venerable obispo, que poco después fue coronado con la corona del martirio. Para escapar de los estragos de la persecución huyó esta santa con otros cristianos a Egipto; pero encontrando también aquí ardiente odio contra los cristianos, se
marchó con sus compañeros a Italia. Llegada a Milán, y deseando ofrecerse en hostia viva a su celestial Esposo, empezó a visitar las casas y cárceles donde se hallaban detenidos los fieles, en cuyas ocupaciones pasó algunos años, hasta que, sabiendo que había sido sacrificada al furor pagano toda la Legión Tebana, en la cual tenía parientes y amigos, encendiéndose en santo celo se fue a Constanza, en la Helvecia, y se retiró a un lugar solitario, haciendo continua oración y penitencia a fin de prepararse para el martirio. Pero el Señor le tenía reservado otro destino. Al cabo de un año de estar en aquel sitio, la fama de su eminente santidad se había divulgado por todas partes, y la mansión de la santa era continuamente visitada por una infinidad de personas que iban asir sus discursos, y se volvían convertidas a la fe. El gobernador de aquel país, que era pagano, la metió un día en la cárcel, en la cual la visitó de noche el mártir san Mauricio, consolándola y anunciándole su libertad. Efectivamente, al día siguiente acometió al gobernador una enfermedad mortal, de que sanó al momento por intercesión de la santa, y la dejó en libertad. Volvióse, pues, a su retiro, donde vivió por muchos años en compañía de otras santas vírgenes, que la tenían por maestra y superiora, hasta que el Señor la llamó a gozar de las eternas recompensas el día 1º de septiembre del año 300, poco más o menos. Un antiguo martirologio dice que poco antes de morir se le apareció la Reina de los Cielos, acompañada de un coro de vírgenes que la siguieron en su dichoso tránsito” 34.

Quise seguir indagando sobre esta santa con documentos actuales y descubrimos que, como pasa con tantos santos de los primeros siglos del cristianismo, no poseemos muchos datos sobre la vida de ésta. Las dos “biografías” de santa Verena, fueron escritas, una en 888, y la otra, alrededor de 1005; además, existe un relato de los Miracula S. Verenæ escrito más o menos en 1010, recogida por Joane Pinio en 1755 35, en donde se describe la veneración hacia la Santa que existía en su tumba de Zurzach en el siglo X. Nacida en el Alto Egipto, viajó al Bajo Egipto, en donde se unió a la Legión Tebea cristiana, a la cual siguió hasta Italia. Se queda en Milán, mientras la Legión Tebea prosigue su camino, siendo después masacrada cerca de Agauno (Suiza), por odio a la fe cristiana, con su comandante San Mauricio, alrededor de 302, por orden del Emperador Maximiano. Pasó por Agauno, Soletta, Koblenz y finalmente se quedó en Zurzach (Suiza), donde encontró una iglesia cristiana, permaneciendo allí hasta su muerte. Su vida es un ejemplo del ideal cristiano de virtudes y amor al prójimo, se ocupaba de dar de comer a los pobres y curar a los leprosos. Su tumba se convirtió en objeto de culto, y en el testimonio de los primeros pasos del cristianismo en Suiza. El monasterio edificado allí en el siglo X, fue meta de numerosas peregrinaciones de reyes, condes y duques. Es una de las santas más veneradas en Suiza. Su altar, capilla y reliquias se conservan aún hoy.

La primera duda, por tanto, estaba resuelta. Quedaba averiguar su relación con la orden benedictina. Indudablemente ésta proviene de una confusión con santa Florentina, abadesa nacida en Cartagena en el siglo VI y que desarrolló su vida religiosa como fundadora de monasterios.
Hija de un noble visigodo, fue la tercera de cinco hermanos, cuatro de los cuales (entre ellos Florentina) fueron considerados santos por la Iglesia Católica. Los otros hermanos canonizados son san Isidoro, san Leandro y san Fulgencio. Todos ellos son conocidos como los Cuatro Santos de Cartagena.

En la Cartagena visigoda del siglo VI y más concretamente durante el Reinado Arriano de Toledo vivió un destacado noble, Severiano (su padre), casado con Tortura (su madre). Allí nacerían sus cinco hijos: Leandro, Fulgencio, Florentina, Isidoro y Teodosia. A mediados de siglo se trasladan a Sevilla, donde san Leandro y san Isidoro llegan a ser arzobispos y donde san Fulgencio es Obispo de Écija y de Cartagena. Al ser mujer, la vida religiosa de santa Florentina no puede ser similar a la de sus hermanos, y así se recluiría en un monasterio de san Benito, que unos ubican cerca de la localidad sevillana de Écija y otros en Talavera de la Reina. Considerada una mujer de gran cultura, fundaría más de cuarenta monasterios, siguiendo la Regla escrita para ella por su hermano san Leandro. Algunas interpretaciones ven en este texto no una regla monástica propiamente, sino un simple elogio de la virginidad. La festividad de santa Florentina se celebra el 20 de junio. La mayor parte de sus restos mortales descansan en una urna de plata, expuesta en el altar mayor de la Catedral de Murcia, aunque también se conservan reliquias de la santa en la parroquia de Berzocana de la Diócesis de Plasencia. Recibe especial veneración en una localidad del campo de Cartagena, La Palma. Las representaciones de los Cuatro Santos tanto en pintura como en escultura han sido un común en Cartagena a lo largo de los siglos. Aunque muchas fueron destruidas durante la Guerra Civil en 1936, se salvó alguna de las más significativas, como las esculturas realizadas por Francisco Salzillo, en 1755. En el municipio de Canet de Mar (Barcelona) se encuentra el Castillo de santa Florentina, levantado en el siglo XI y ampliado y reformado en 1910 por el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner. En Écija hay un convento en su nombre.

Hoy creo que puedo afirmar que nuestra santa Verania no es más que el resultado de una reescritura de la vida de dos santas, una suiza y la otra española. Es, por tanto, un centón literario. De la primera toma la vocación, el lugar erróneo de nacimiento y los hechos acaecidos en su muerte. De la segunda su deseo fundador, la piedad benedictina y la beatitud. No debemos olvidar que Marcos García Merchante fue un gran devoto de san Benito, escribiendo tanto su novena como su vida, obras hoy perdidas, que se venera en una localidad próxima a Alcalá del Río, en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla), en donde se encuentra expuesto un cuadro donado por él en su testamento. De casos como éste, está llena la historia devocional tradicional de la Iglesia Católica.

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Fotos: Mariano Velázquez

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  1. Marcos Pedro Bartolomé García Merchante y Zúñiga vino al mundo el 1 de agosto de 1704 en el seno de una familia acomodada de Alcalá del Río (Sevilla), siendo el menor de siete hermanos. Fue ordenado presbítero el 9 de abril de 1734. Como escritor, el periodo que va desde su ordenación hasta 1749, año en el que se le nombró cura propio y beneficiado de la Iglesia de San Vicente de Sevilla fue bastante fecundo. En estos años escribió casi la totalidad de su obra, hasta ahora hemos documentado cuarenta y tres. En 1755 se doctoró en Teología. Murió en la ciudad de Sevilla, en su casa de la calle Sacramento, el 3 de marzo de 1777. Fue enterrado en la mencionada iglesia, en la cual ejerció su ministerio durante veintiocho años.
  2. Cuadro donado por Marcos García Merchante.
  3. El texto de esta comedia se halla, en estos momentos, en imprenta, estando próximo a ver la luz, en el libro titulado Fiesta barroca en Alcalá del Río.
  4. 4. Los aspectos técnicos de la misma han sido estudiados en una ponencia anterior, a la que remito: González Muñoz, Isabel Mª, Tras las huellas de Lope en el dramaturgo Marcos García Merchante, Cuatrocientos años del Arte nuevo de hacer comedias de Lope de Vega, (Actas selectas del XIV Congreso de la Asociación Internacional de Teatro español y Novohispano de los Siglos de Oro), Valladolid, Universidad, 2010, pp. 585-592.
  5. 5. Lo que sigue está escrito en dísticos elegíacos, bastante correctamente compuestos, versos en extremo habituales para un epígrafe funeral.
  6. “Citas de los códices magnos y poemas de Quintana Dueñas, Pineda y Santamaría”
  7. Citado por Quintana Dueñas. Véase cita de este epígrafe.
  8. 8. baronio, Anno M.DC.XVII, hoja 265.
  9. vázquez, Año MDLXXXVI, f. 143 v. y f. 275r.
  10. 10. tamayo de salazar, 1658, Tomo 5, Letra F, p. 124.
  11. Marco máximo, Crhonico, Año 504. Citado por Rodrigo Caro, “Adiciones al libro de las Antigüedades de Sevilla y su convento jurídico”, Memorial histórico español: colección de documentos, opúsculos y antigüedades que publica la Real Academia de Historia, Madrid, Imprenta de la viuda de Calero, 1851, p. 496.
  12. Vivar, Historias admirables de las más ilustres entre las menos conocidas Santas que hay en el cielo, Valladolid, 1618.
  13. Quintana Dueñas, Sanctos de la civdad de Sevilla, y su Arçobispado, Sevilla, Francisco de Lira, 1637, pp. 315-317. (Se respeta la grafía origianal).
  14. Pineda, Historia eclesiástica de España, Citado por Quintana Dueñas. Véase cita de este epígrafe.
  15. Santa María, Información sobre la posesión y propiedad de la milagrosa pila Baptismal en el “Osset Bético” en territorio Hispalense transsamniano, San Juan de Alfarache, Sevilla, 1630, citado por Quintana Dueñas. Véase cita de este epígrafe.
  16. CARO, Antigüedades y principado de la ilustrísima ciudad de Sevilla y chrorographia de su convento juridico, o antigua chancillería, Sevilla, Andrés Grande, impresor de libros, 16 34, f. 114. He aquí sus palabras:

    “La villa de Alcalá del Río se comprendía en territorio de Osset, y se llamava Aguas Duras. Consta esto del Crónico de Marco Maximo en el año quinientos y seis, contando como en este lugar murió gloriosamente Gregorio, siervo de Dios. In Hispánica Baetica apud Aguas duras, quae Osset dicitur, moritur gloriose Gregorius famulus Dei. Digo que este lugar, Aguas duras, estaba en territorio de Osset, y no era el mismo lugar Osset, aunque a prima facie parece dize assi Marco Maximo, porque el mismo en otra parte año de quinientos y cuatro avia dicho. His temporibus, vel circiter in Baetica Constantiae Iulia, quae est Osset, Sanctus Gregorius confesor, et Santa Verene monialis benedictina. Llamale aquí el mismo nombre, que le da Plinio, y no Aquas duras: con que me persuado, que este lugar estava en su territorio: porque oy dia se ve el sepulcro, y que no puede ser Osset, que estava despues de Italica, frontero de Sevilla: pero la verdad deste Crónico, y su credito lo previno nuestro Señor, aun antes mucho, que el pareciesse, codescubrirse en tiempo de los Reyes Catholicos el sepulcro, y reliquias de san Gregorio en Alcalá del Río, donde es venerado, y frecuentado, y allí se ve sobre su sepultura la inscripción siguiente: in. hoc. tvmvlo. iacet. famvlvs. dei. gregorivs. qui. vixit. annos. plus. minus. lxx. recessit. in. pace. dei. nona. septembris. era. d.xxxxii.

    En lo que toca a S. Verene se puede dudar, si fue Monja Benedictina, o es adicción de su texto el llamarle assi; porque por este tiempo, de que habla Maximo, estava esta Religion muy a sus principios, y parece, que aun no avia fundacion en España; pero yo no dudo de la verdad de Marco Maximo; porque el Martyrologo Romano a primero de Septembre haze memoria de Santa Verene, y no la llama virgen Benedictina; pero menciona el lugar como Maximo, por estas palabras: In territorio Constatiensi ad Aguas duras S. Verene virginia. Lo mismo dicen Beda, Maurolico y otros, y con este lugar queda firma la conjetura, que haziamos de que Aquas duras, no es Osset, sino en su territorio. Philippo Ferrario haze este lugar Aquas duras, de allá de Alemania, en la ciudad de Constancia, donde dize se guadan las reliquias desta Santa: no devió de saber, que junto a Sevilla estuvo Iulia Constancia, que se llamó Osset, o olvidó lo que avria leydo en Plinio, ni el hallarse allí las reliquias turba nada la verdad de Maximo; porque en la general inundación de los Barbaros Africanos, la mayor parte de nuestras reliquias se llevaron a Monasterios de Francia, y Alemania, como los de Santa Leocadia, y otras muchas. Y supuesto, que lo dize Marco Maximo San Gregorio, es tan infalible verdad, como lo muestra su sepulcro, no se puede entender no lo dixo en lo que toca a Santa Verene: mas tampoco esto dejo nuestro Señor en el libre sentir incrédulo, pues retiene el nombre de Santa Verene una villa no lexos de Alcalá del Río, que se llama Verenes o Brenes, donde la santa vivio, o tuvo algun templo despues de muerta; porque fue uso muy continuado en España, mudar los lugares su nombre, y tomar el de los santos, que alli estan sepultados, o donde tuvieron su nacimiento, como Scalabis en Portugal, que se llamo Santaren de Santa Irene, que alli padecio, y en el Arzobispado de Sevilla el lugar, que se llamava Ponciano, en Sierra Morena, que por el nacimiento de Santa Eulalia la de Merida, se llama oy dia Santa Olalla, y alli se conserva la memoria de su casa, y tiene templo frecuentado de sus devotos”.

  17. CARO, “Adiciones al libro de las Antigüedades de Sevilla y su convento jurídico”, Memorial histórico español: colección de documentos, opúsculos y antigüedades que publica la Real Academia de Historia, Madrid, Imprenta de la viuda de Calero, 1851, p. 496. Sus palabras son las que siguen:
    “[…
  18. He de agradecer la ayuda prestada por diversos profesores de la Facultad de Geografía e Historia de esta Universidad, pero nuestra búsqueda, de momento, ha resultado infructuosa. No cejamos en nuestro empeño por localizar a dicho historiador. El único Pedro Raxis que hemos encontrado es un escultor barroco que talló varios retablos en las ciudades de Úbeda y Baeza.
  19. Vandálica: “Perteneciente a los vándalos” (R.A.E.).
  20. 20. Emporio: “Ciudad o lugar notable por el florecimiento del comercio y, por extensión, de las ciencias, las artes, etc.” (R.A.E.).
  21. Prosapia: “Ascendencia, linaje o generación de una persona” (R.A.E.).
  22. Émula: “Competidora de una persona o cosa, que procura excederla o aventajarla” (R.A.E.).
  23. Dechado: “Ejemplo y modelo de virtudes o perfecciones” (R.A.E.).
  24. Fragrante: “Resplandeciente” (R.A.E.).
  25. Floresta: “Terreno frondoso y ameno poblado de árboles” (R.A.E.).
  26. Aprisco: “Paraje” (R.A.E.).
  27. Rico óleo: Hace referencia al óleo o aceite bendecido que se le unta a los enfermos en el sacramento de ‘la unción’, anteriormente llamado como la ‘extrema unción’. La Iglesia Católica utiliza este sacramento para dar fortaleza a la persona que se halla pasando un estado crítico, desde el punto de vista médico.
  28. Pan de Vida: “Eucaristía”
  29. Laberíntico acróstico: “Composición poética en que las letras iniciales y finales de los versos forman un vocablo o frase” (R.A.E.).
  30. Floreta: “Flor” (R.A.E.).
  31. Matra: “Vara de mando” (R.A.E.).
  32. SALVÁ Y SAINZ DE BARANDA, 1853, p.
  33. CARO, 1634, f. 114.
  34. VILERRASO, 1898, Tomo 3º, p. 471.
  35. 35. PINIO, 1755, Tomo I, pp. 157-175.